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Escuchar sin arreglar el problema: Como padres queremos que los hijos hagan lo que uno dice y que se resuelva todo pronto, pero esto les resta responsabilidad en sus actos.   Es importante que los escuches y comprendas para que luego ellos tengan la capacidad de poder resolverlo, hasta de aplicar las consecuencias lógicas para sí mismos.

Enfóquense en las soluciones, más que en los problemas: Es importante que trabajen en equipo para encontrar una solución, en vez de decirles qué y cómo hacerlo, pregúntale ¿qué? y ¿cómo? se puede resolver, porque los involucras en la toma de decisiones y en llegar a acuerdos ganar-ganar.

Realicen juntos una tarea designada en el hogar: Comparte con tus hijos tareas simples como: lavar el carro, ordenar el armario, limpiar el jardín, bañar al perro, cocinar, etc. Por medio de estas actividades podemos tener un tiempo de calidad juntos y al mismo tiempo establecer responsabilidades en el hogar.  Estas atribuciones pueden ir variando según las necesidades de los integrantes de la familia.

Establece reuniones familiares dentro de tu hogar: Para llevarla a cabo debes escoger un día de la semana. Agendarlo como una roca grande.  Lo primero que realiza cada integrante de la familia es dar y recibir cumplidos, luego hablarán sobre alguna situación difícil que se vivió en la semana o algún problema que tengan que resolver; en vez de enfocarnos en el problema nos enfocaremos en la solución. Para culminar la reunión planearemos una actividad divertida para compartir: juegos de mesa, pinturas, rompecabezas, etc. Esta reunión debe durar alrededor de 30 minutos.

¿Te has dado cuenta que ahora es mucho más difícil comunicarte con tus hijos?, esto se debe a que muchas veces solemos estar ocupados; la tecnología consume mayor parte del interés de las actividades cotidianas o constantemente estamos discutiendo en vez de escuchar a nuestros hijos, y esto no nos permite tener un vínculo afectivo con ellos.

Es importante que establezcamos una buena comunicación para poder comprenderlos, esto no quiere decir precisamente que le tengas que dar un “sermón” cada vez que tengan problemas por resolver. Sabemos que, con esto, sólo lograremos que se alejen cada vez más.

A continuación, sugiero unas ideas para que puedas estrechar esos lazos de comunicación:

 CON MI HIJO

COMUNICÁNDOME 

Recuerda que, cada error, problema u obstáculo que se presente es una oportunidad de aprendizaje, date a ti y a tus hijos la oportunidad de crecer aprendiendo juntos de los errores que cometen.  Y lo más importante, genera un ambiente en donde puedas compartir sentimientos y nunca olvides decirles cuanto los amas, porque no hay nada más poderoso que las palabras que transmiten amor.

Licda. Waleska Chacón De León

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