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¿Por qué aprender otro idioma?

Vivimos en una era donde todo y todos se encuentra interconectados y globalizados gracias a las nuevas tecnologías que hacen nuestro mundo un lugar más accesible. Las fronteras se encuentran ahora únicamente en nuestra mente, y para ella no hay límites.

El aprendizaje de un idioma distinto a nuestra lengua materna se consideraba hace tan sólo unos años, una pérdida de tiempo, una actividad reservada para los eruditos y/o adinerados; un privilegio, más que ninguna otra cosa. Mas con la constante actualización de nuestro mundo, que nos ha llevado a vivir conectados unos con los otros, aprender un nuevo idioma se ha convertido no sólo en la llave que nos puede abrir muchas puertas, sino también en una nueva forma de comprender y convivir con el mundo.

Visto desde una perspectiva práctica, poder entender y manejar un idioma (a parte de aquel que aprendemos como niños: nuestra lengua madre) nos brinda muchas oportunidades tanto académicas como laborales.  Cada vez, son más los estudiantes que desean ir a estudiar al extranjero y las empresas que desean trabajadores que puedan relacionarse con sus contactos internacionales; así que no es sorpresa que un candidato monolingüe a un empleo o a una beca, ya no sea competitivo en dichos puestos.

Pensando en esto, a continuación te dejo una lista de los 5 idiomas más hablados alrededor del mundo actualmente, por si te decides a aprender uno:

Mandarín/cantones: ambos idiomas hablados en China y otras países asiáticos, con más de 1.2 billones de hablantes.

Inglés: uno de los idiomas más comunes de la web y el más utilizado en comercio y finanzas internaciones, es hablado por oficialmente por 508 millones de personas.

Idioma indostánico: es el conjunto de dialectos hablados en la India, como el hindi y el urdu. Internacionalmente, es hablado por poco más 497 millones de personas.

Español: tenemos suerte, pues ya hablamos uno de los idiomas más utilizados en el globo. Sólo para aclarar las posibles dudas, hay otros 392 millones de hablantes, además de ti.

Ruso: suman ya 277 millones los hablantes del idioma euro-oriental más popular, y el número sigue aumentando.

Una Navidad con bondad en el árbol

Hace varios años un niño llamado Carlos vivía en la afueras de Miami. A él le encantaba la Navidad ya que siempre le regalaban juguetes muy lindos con los cuales él podía pasar muchas horas jugando. A Carlos todos lo conocían por tener un corazón de oro pues él siempre ayudaba a los demás sin importar las diferencias y dificultades que tuvieran.

 

}Después varios meses llegó la Navidad y  Carlos, eso lo ponía muy feliz y nervioso porque al fin sabría qué juguetes le iban a regalar. Cuando llegó la noche todos sus familiares se sentaron alrededor del árbol de Navidad al cual lo habían decorado con bellas y grandes bolas de cristal. Muchos de sus tíos le regalaron: ropa (playeras y tenis) pero el regalo más esperado era el de su abuelita ya que ella le regalaba cada año los mejores juguetes. Había llegado el momento de que la abuelita diera sus obsequios y al primero en dárselo fue a Carlos, ella le había regalado una caja llena con solados de plomo con los cuales empezó a jugar cuando todos se fueron.

 

Mientras jugaba se imaginaba el sin fin de cosas que podía hacer con sus nuevos juguetes tales como: hacer un fuerte, rodear un puente o salvar a un duende, pero mientras jugaba se dio cuenta que sus soldados estaban llenos de polvo así que paró de jugar y comenzó a limpiarlos, pero algo raro pasó cuando llegó al último soldado, porque se fijó que a ese soldado le faltaba un brazo. Carlos se puso a pensar, ¿Qué voy a hacer con este soldado? ¿Será que volveré a jugar con él? Pero la respuesta a todas esas preguntas fue la misma, ¡Sí voy a jugar con ese soldado! ¡Es más, ese soldado iba a ser mi juguete favorito!

Y así fue, siempre que Carlos miraba ese soldado se daba cuenta de que era el más valiente de todos a pesar de sus complicaciones.

Lo más importante es que Carlos, en lugar de dejar a su soldado sin brazo en un rincón, lo ponía en frente de todo su ejército para que así, siempre, todos, y hasta el soldado, podrían ver que su más grande diferencia podía cambiar a ser su mayor virtud.

“Recuerden, todos tenemos defectos pero ellos nos ayudan a ser mejores cada día“

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