Un Niño, nuestro futuro
La inocencia de un niño define quién es, su personalidad, pero sobre todo, define su niñez. Y esta es la base del hogar de niños Jesús es mi Casa. Ellos nos cuentan que, a pesar de lo difícil que es mantener a más de 25 niños, lucharán, hasta que cada uno de ellos crezca y, que en los corazones de las personas que se encargaron de cuidarlos, exista ese sentimiento que les diga: “qué bien lo hiciste.”
Luego de 10 años de cuidar niños (2007), ha permanecido esta metodología para cuidar a los niños. La mayoría de los niños son estudiantes en casa, aunque otros prefieren y tienen la oportunidad de estudiar en una pequeña escuela. El hogar cuenta con unas habitaciones compartidas, una clase con computadoras, habitaciones básicas (sala, comedor, cocina etc.) y un patio interno con juegos que ellos mismos han construido.
Es muy difícil para ellos poder sostener el hogar, ya que nunca se sabe cuándo un niño tocará tu puerta, y no tendrás corazón para decirle no. Es por ello que necesitan la ayuda de muchas personas, para poder superar cada día, teniendo las tres comidas diarias y los recursos necesarios para su crecimiento adecuado, y la ayuda de Dios para que cada uno de ellos pueda crecer reconociendo que “Dios es su único y eterno Salvador”
Las vistas son un momento divertido, en especial para los menores, ya que hay alguien extraño dispuesto a jugar con ellos como si se conocieran de vida, y le regale juguetes y ropa. “Pero el momento más especial, el que nunca olvidará, será aquel, en el que 2 padres estarán dispuestos a cuidarlo, amarlo, e incluirlo en su familia como su propio hijo. Ese momento es en el que los niños comienzan el verdadero desafío, fuera del hogar. El desafío de la vida.”
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